La presente herramienta tiene la finalidad de facilitar la identificación de riesgos de corrupción en el sector público y está basada en el “Modelo para la gestión de riesgos de corrupción en el sector público”, una iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, en colaboración con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA), con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Esta colaboración tiene como objetivo contribuir al combate a la corrupción bajo la guía del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16 “Paz, justicia e instituciones sólidas”, que apunta a la promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas mediante la consecución de sus metas 16.5, 16.6 y 16.7.
De igual manera, contribuye al logro de las prioridades 20, 21 y 25 establecidas en la Política Nacional Anticorrupción.
El Modelo es una intervención de política pública, que busca sentar las bases para que las organizaciones de la sociedad civil (OSC), Secretarías Ejecutivas de los Sistemas Estatales Anticorrupción (SESEA), Comités de Participación Ciudadana (CPC) e instituciones públicas de los tres ámbitos gubernamentales, implementen una gestión de riesgos de corrupción en su quehacer diario por medio de esquemas flexibles.
Objetivo General:
El Modelo tiene como objetivo apoyar los esfuerzos del gobierno de México en términos de transparencia, rendición de cuentas, supervisión y participación ciudadana, por medio de diversas iniciativas para el control de la corrupción, tales como la Política Nacional Anticorrupción y el cumplimiento de las metas anticorrupción de la Agenda 2030.
Objetivos Específicos:
El Modelo del PNUD-SESNA tiene tres objetivos específicos, que son:
El presente Autodiagnóstico de Riesgos de Corrupción es una iniciativa de la Unidad de Gobernanza Efectiva y Democracia del PNUD en México, desarrollado con recursos de PNUD. Lo anterior en el marco de los esfuerzos globales para avanzar en el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16: Paz, justicia e instituciones sólidas.
El Modelo es innovador y se basa en buenas prácticas nacionales e internacionales, lo cual se traducirá en diversos beneficios:
Es necesario tener en cuenta algunos conceptos para comprender mejor el Modelo:
Auditoría social: conjunto de acciones de control, vigilancia y evaluación que realizan las personas, de manera organizada o independiente, en un modelo de derechos y compromisos ciudadanos, con el propósito de contribuir a la gestión gubernamental para que el manejo de los recursos públicos se realice en términos de transparencia, eficacia y honradez.
Controles existentes: son medidas que implementan las instituciones para prevenir o mitigar los riesgos de corrupción.
Corrupción: orden social que privilegia modos de interacción e intercambio basados en particularismo y favoritismo, que pueden manifestarse en comportamientos institucionales y sociales, que transgreden principios éticos y de integridad. Algunos ejemplos de comportamientos de corrupción son: soborno, malversación de fondos, fraude, abuso de poder, nepotismo, clientelismo, conflicto de intereses y lavado de dinero.
Estrategias de implementación: conjunto de características básicas y acciones planificadas para mejorar la eficiencia y eficacia en la implementación del Modelo.
Impacto: consecuencias que enfrentarán las instituciones y la sociedad si se materializa el riesgo de corrupción. Se diferencian según el sector social.
Probabilidad: es la oportunidad de ocurrencia de un riesgo. Se mide según la frecuencia con la que se presenta un riesgo en un periodo determinado.
Gestión de riesgos de corrupción: es un conjunto de herramientas y metodologías, que se orientan a administrar y contener aquellos riesgos, que se pueden presentar en procesos, operaciones y conductas dentro de una institución.
Riesgo de corrupción: es la posibilidad de que, por acción u omisión, se use la autoridad de funcionarios públicos para desviar la gestión de lo público hacia un beneficio privado, ya sea individual o de grupo, generando un impacto negativo a la dependencia pública y a la sociedad. Los riesgos de corrupción se pueden diferenciar en diferentes categorías, como son los riesgos estratégicos, riesgos inherentes y riesgos residuales.
Riesgo estratégico: se presenta en procesos relevantes de la institución. Es especialmente problemático por las extensas consecuencias negativas que significa su materialización.
Riesgo inherente: se presenta cuando no hay acciones de control efectivas. Es el riesgo inicial (es decir, el riesgo previo a cualquier forma de tratamiento o gestión para prevenirlo o mitigarlo) y se calcula considerando su probabilidad de materialización y el impacto negativo que tendría.
Riesgo residual: resulta después de enfrentarse al riesgo inherente. Es el riesgo final y se calcula restando el valor de los controles establecidos al riesgo inherente. Es decir, es el riesgo que perdura después del tratamiento.
Tratamiento: medidas, acciones y controles que se implementan dentro de la institución para prevenir, gestionar o mitigar los riesgos de corrupción.
Funciones de la SESEA:
CPC: Vinculará a las OSC, la SESEA y la dependencia pública para facilitar la comunicación, apertura y compromiso.
Funciones del CPC:
Dependencia pública: Conducirá el proceso de gestión de riesgos en su interior, con la colaboración de los demás actores. La dependencia pública es un auxiliar de la implementación del Modelo al interior.
Funciones de la dependencia pública:
Se consideran siete pasos para llevar a cabo el proceso de gestión de riesgos de corrupción integral. No buscan ser limitativos ni definitivos. Su ejecución dependerá de cada situación y entorno. Son los siguientes:
La herramienta que aquí se presenta tiene la finalidad de facilitar el paso número 2.